Por E
La peliculita protagonizada por Brad Pitt, deja en claro que no es la típica película del béisbol, donde siempre triunfan los perseverantes, y el chico se queda con la chica. Hay algo más.
Es un claro guineo para los que pensamos gratis y nos interesa lo que está detrás de los triunfos o eso de que la filosofía esta mejor en la calle, que en el frezzer de las las universidades.
El personaje de Brad Pitt, siempre resalta en hacerse preguntas: "¿Qué estamos discutiendo? ¿Cuál es el verdadero problema?" No es el sustituir jugadores buenos, por otros mejores para hacer un equipo competitivo; sino saber que uno empieza desde abajo. Es decir, saber bautizar el verdadero problema que nos persigue: ¡Que el mundo es injusto!... y por ende el juego también. Porque hay equipos millonarios, y equipos que hacen lo que pueden. Que aspiran en silencio el batacazo, pero saben que la verdad está en estar a la mitad de la tabla. Para contrarrestar esa realidad, solo queda usar la inteligencia para ello. En este caso se da. Confiar en un proyecto aunque el fin este cerca.
Si bien, la película trata de un caso real, trata de eso en que tal vez se pueda; así que les dejamos un consejo a los escépticos: ¡a soñar!, se ha dicho.
Siempre hay un revés a lo que se piensa en automático. Debería ser así. Y aquí Billy, se queda con su sueño, y no cambia ese sueño por guita, como harían todos lo que reciben el cheque. Quiere que el esfuerzo signifique algo. Y no dejar sentado que se puede, y nada más, otra vez arruinarse. No, por eso Billy sigue hasta hoy, tratando de ganar las grandes ligas de béisbol con esa idea.
Y la cosa esta ahí, aferrase a una idea, y morir con ella. Aunque todo éste en contra, aunque lso cuñados y el periodismo te destroce. La idea es romper las reglas, y las calles señalizadas, e intentar llegar o triunfar por el camino que se pretende. Dejar una lección.
Sí, es una película pedagógica. El gordito que lo ayuda a Brad Pitt, tiene en su pieza una foto de Sócrates. Y en definitiva lo que se plantea en la película, es una lucha de filosofías. La del dinero que todo lo puede contra la de las ideas.
En una escena, Brad Pitt, llega a un récord de ese juego norteamericano. Y pierde las finales, que en definitiva es lo más importante para que esa idea explota o llegue. Ahí un equipo más poderoso los Red fox, o algo así, yle propone un contrato multimillonario, para que trabaje para ellos No les cuento el final, pero el gordito, que la tiene re clara, le dice algo que esta muy bien: “no es por la plata que te dan, el número, lo que vales, sino por lo que el dinero representa” Así que tu vales, tantos millones, eso eres para quien te contrate. Todos tienen un precio, un número en la vida. Hasta encontrarlo como dice mi amigo Barone, no paran sí es que vales.
Seguir por el batacazo. Aunque no seamos más que una metáfora silenciosa perdida combatiendo el decreto aquel, que dice que uno es lo que dicen que hay que hacer. Me gustó la película, más por lo que representa, que por lo que es.
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